No es necesario que escriba sobre ricos o pobres. Ni siquiera es necesario que exponga las cifras abrumadoras que muestran cómo este sistema, tan sanguinario y depravado, extrae la energía del 90% de las personas en el planeta y da ganancias a sólo un 10% de todxs nosotrxs.
Ser pobre en este mundo es ser parte de la mercadería, de la maquinaria que le permite a ese 10% ser rico. Se suponía que la educación y la información nos liberara del yugo de la pobreza; de todo tipo de pobreza.
Es triste ver cómo es que hay personas con tantas necesidades básicas que no pueden cubrir, a pesar de la existencia de los derechos humanos, y personas con tantos deseos ridículos que sí pueden realizar y que finalmente desechan sin siquiera pensar en el prójimo.
Cuanta falta hace en este lindo pero triste planeta que el corazón del rico sea empático con la vida del pobre.
Rox