viernes, septiembre 24, 2010

Por un pais más sano

Hace unos días he estado leyendo los diarios y me he percatado de todo lo que ocurre en el país, al menos desde mi punto de vista, para mi todo significa que las personas, la economía, los intereses, las relaciones publicas, la política se ha hecho más evidente o al menos las personas estan siendo más honestas respecto de sus puntos de vista y lo publican. No siempre con las mejores palabras pero se puede manifestar la opinión sin tapujos.

Eso me agrada porque vale la pena escuchar que mucha gente o coincide contigo o simplemente no. Cuando se tienen argumentos una se puede nutrir de las opiniones de los demás ya que es más facil apegarse a una opinión fija que a la variación de la opinión personal en el cual la visión que se tiene puede ser más amplia. Yo considero que Chile ha sido un país callado hasta hace sólo unos pocos años en donde aún los padres insistían a los hijxs que es mejor callarse para no salir perjudicadxs. Chile tiene esa traba con las personas de más de 30 o 35 años y es evidente el porqué (eso depende también de quienes la vivieron y de que forma). Se vivieron procesos distintos en la historia del país y eso es entendible. Me llama la atención, eso si, que a pesar de las manifestaciones sociales de apoyo a las minorías las autoridades actuen con tal lentitud. El país que tuvo la concertación en sus manos es muy diferente al país que tiene ahora cuyos jóvenes desde hace más de 10 que expresan su opinión respecto de temas trascendentales como lo es la educación, el sueldo mínimo, la economía, el poder del estado, la política, la oferta y demanda en la educación en Chile, la familia, las igualdades, desigualdades, salud  y otros.

Las personas mayores dirán que nunca antes vieron a tantas personas declararse adherentes de los pueblos originarios o que nunca se vieron tan sobrepasados con la falta de derechos civiles para las minorias sexuales com ahora pues para ellos eso antes no existía. Sin embargo considero que sí existian. La diferencia entre las personas de hoy (adultxs) y las personas de hace más de 15 años, que expresamente vivieron un periodo de represión, es que hoy no se tienen las secuelas de la hipocrecía. No digo que Chile ya no sea un pais hipócrita porque sí lo es. Muchas veces se quiere tapar el Sol con un dedo cuando  no se puede pero se sigue siendo. Lo diferente es que tanto las personas anteriores vivieron procesos distintos de las actuales. Hoy se conversa respecto de las carencias políticas del sistema que supuestamente es democrático, se conversa respecto del familiar heteronormado que no soporta a las personas homosexuales y aquel homosexual desplazado de la sociedad de derechos sin derecho a nada más que a guardarse su condición, se conversa respecto del futuro que se tiene si es que no se accede a la universidad o no se estudia algo más, se habla honestamente respecto del crecimiento económico del país y de la brecha entre ricos y pobres. De lo preocupante que es tener empleadores que vean a su personal como objeto de ganancias a fin de mes y que más allá de eso el pago mensual es lo que les debe importar. Se conversa, además, respecto de los sistemas de mercado y de pago tanto entre niños como jóvenes y adultos endeudados a más no poder porque sin créditos no se puede vivir. Se conversa respecto de los roles de la familia y de lo carente que es la realidad a lo que se pretende proteger. Se habla también de la desgeneración de la juventud actual pero en realidad no se juzga, al mismo tiempo, la desgeneración de familias anteriores en donde padres con sobrinos o tios o abuelos abusaban sexualmente y a escondidas entre ellos pues la sociedad juzga y en ello si que ha habido desgeneración. Se habla del prototipo de familia que nadie reconoce pues muchos hogares en Chile han tenido o una madre o un padre o no han tenido, o han estado a cargo hermanos y así una serie de ejemplos que refutan la tan anhelada familia donde se cree que se fundan los valores. Si fuese así el principal valor sería la cobardía por no decir las carencias que en muchas familias se ha tenido. Me asombra ese cambio y me agrada pues es un reconocimiento a nosotrxs mismxs como personas y nuestras vivencias que las exponemos para decir, "no es así, y aún así tengo valores" .

Todos son temas que nos arman y me han llevado a reflexionar en que el país esta cambiando, lenta y profundamente, especialmente porque ya el miedo a decir lo que se piensa y porque lo que se cree justicia, no es una mentira... vale la pena y ya no hay miedo en que las cosas cambien para mejorar como sociedad. 


Saludos