jueves, diciembre 22, 2011

El colapso del Sistema Mundial Actual - The collapse of the current Global System

Hola a todas y todos quienes se dan el tiempo de leer mi pensativo, ridículo y muchas veces irreverente blog. En este espacio quiero hacer alusión al colapso de nuestro humilde sistema mundial actual. Digo humilde debido a que no hemos sido capaces de hacer otro. Es más, creo que es mejor llamarlo "pobre" sistema mundial actual. Nos hace pobres en muchos aspectos y a muchos de nosotr@s debido a su carente capacidad de incluir aspectos de los cuales hoy en día somos tan dependientes tales como: dignidad, protección ambiental, distribución de los recursos tanto a nivel nacional como mundial, uso excesivo de recursos que no se tienen, consumo, deudas y sometimiento humano entre otras que trae consecuencias varias por no decir innumerables. Las cifras han olvidado a las especies, incluso a la propia humanidad. 

El sistema  nos ha sometido a un ciclo de vida basado en la disposición involuntaria (forzada) al consumismo y a la inevitable existencia de necesidades que van más allá de las vitales y básicas, suficientes como para aportar a nuestro desarrollo pleno. El aporte de la economía se basa en una eficiencia del uso de los recursos optimizando ganancias a costa de elementos naturales escasos, y que se transforman en un material que cobra vida como lo es el papel moneda o en la actualidad, tarjeta de crédito,  y  más allá de eso  "cobra vidas", ya sea por la condición de tener que insertarse al ciclo o sistema o por no querer hacerlo. También por la marginación que se ve al tener este mismo sistema un carente lente que visualice la exclusión gigante de millones de personas en donde la ética, la moral y más aún la dignidad se vuelven  un tanto a la derecha como a la izquierda. 
El poder se ha convertido en un arma letal que no necesariamente lo representan los países con mayor armamento de cualquier tipo sino que pueden constituirlo personas individuales capaces de ostentar  el poder económico y de controlarlo. Las transnacionales son un ejemplo claro de la inexistencia de límites geográficos, capaces de invisibilizar los muros entre estados, leyes, personas y que en una postura de integración mundial, cultural y de cualquier tipo que sea, no hace más que invertir en la necesidad vital  futura individual  o familiar del uso de los recursos del nuevo lugar en el cual se tienen sucursales y por tanto  un nuevo control económico. Hace dependientes a las personas naturales que necesitan la opción de trabajo aunque esta no asegure beneficios  y dignidad. El sometimiento a este tipo de trabajos que busca seguir minimizando  u optimizando el uso de los recursos con tan de la obtención de beneficios cuenta con la mano de obra barata de los países en vías de desarrollo y los países no desarrollados. 
¿Han notado que el sistema mundial de clases y de poder adquisitivo se condice con tipos de continentes y luego, dentro de esos continentes, tipos de países, que a su vez tienen tipos de ciudades, con mayores y menores ingresos, y a su vez tipos de barrios con tipos de supermercados, centros de salud, de emergencia y hasta tipos de escuelas sin dejar de mencionar a los tipos de personas?...   No estamos concientes de que una de las mayores plagas - y quizás lo dije anteriormente en alguna otra publicación acá - somos nosotr@s. 
Una experiencia personal me mostró lo desarraigados que estamos de nuestro medio natural, de la necesidad de aprender con suma urgencia de él y de alcanzar  tal conocimiento con el fin de vivir en armonía tal y como lo hace cualquier otra especie. Les cuento. Esto sucedió  el año 2003 por julio o agosto. Íbamos un grupo de amistades caminando a visitar a otro amigo que se encontraba en su casa, ésta ubicada en la cima de un cerro. Había llovido hace poco rato atrás por lo que el piso de la calle se encontraba húmedo. Eran aproximadamente las 8 de la tarde y el cielo se despejó completamente. Se podía percibir el olor al pasto húmedo y nosotros continuábamos caminando. De pronto sentimos unos ruidos extraños  que hicieron que detuviésemos la conversación y miramos al suelo en esa parte del camino. La sorpresa fue encontrar que estaba lleno de ranitas pequeñas, como de no más de 2 o 3 centímetros que arrancaban de algún lugar y se dirigían en dirección norte. Comenzamos a esquivarlas para evitar matarlas. Además habían lombrices, posiblemente producto de la lluvia. Lo impactante fue observar que en ese recorrido iban cruzando la calle de cemento muchas ranitas de la misma especie. Con el tiempo entendí que se no se trataba de una migración sino de la búsqueda de otro hábitat debido a que el humedal en el cual vivían había sido ocupado y estaban rellenando para construir casas. 



Ese fue un claro ejemplo de que, en ese momento, realmente no eran  las ranitas las que invadían nuestro espacio sino nosotros que somos la verdadera y nefasta plaga para toda la diversidad de especies incluidas ellas. Es así como, de pronto, nos hemos ido transformando en seres inconscientes que, incluso hoy, no hemos reconocido la necesidad de frenar nuestros deseos. La poca capacidad de control sobre nuestra especie, muy distinto de lo que ocurre en el reino animal que muchas veces es admirable, es un elemento importante de reflexión e incluso pasa por lo egoístas que somos. Evidentemente eso se ve reflejado en nuestra inmensa capacidad para catalogarnos según castas, razas, colores, tamaños, poder adquisitivo, etc. La división autoritaria - y necesaria para el poder de pocos - a la que nos sometimos no nos deja pensar en la realidad que hay afuera de nuestras vidas cotidianas sumidas en un yo profundo y banal  que busca la supervivencia por sobre el resto, a costa de estas diferencias que históricamente han resultado para un mínimo de la sociedad actual.
El resultado es evidente. Hay un sistema mundial fracasado e inconsciente que derribar antes que el colapso mundial se avecine más aún. La necesidad de compra es mental así como el uso abusivo de materia prima que no se recicla lo suficiente. La cantidad de desechos mundiales crece según la cantidad de habitantes y no es biodegradable. El agua se agota para un sexto de la población mundial y muchas de las multinacionales la utilizan como parte de la producción. ¿Recordamos de vez en cuando que nuestra composición corporal es de agua más que cualquier cosa?, ¿Es mayor la prioridad de producción que evitar la muerte de personas por carencia de este solvente que es vital ?




El uso desmesurado de las tarjetas de crédito no garantizan diferencias que nos hagan superiores, sino, más bien, aumenta nuestra necesidad de someternos al sistema que nos obliga a vivir para pagar más que para disfrutar y adquirir para las necesidades básicas y ocio. Es claro que las necesidades han cambiado profundamente con el pasar del tiempo pero ¿será que lo realmente importante se ha transformado en el consumo más, incluso, que en el cuidado de la vida y de la potenciación de las habilidades personales, humanas?... El desarrollo también depende de eso... de nuestra capacidad para convertir lo malo en bueno, de remediar de alguna manera nuestro modo de vivir, de nuestros errores...

Saludos
Lis